jueves, 31 de octubre de 2013

HORA LIBRE JUGANDO Y APRENDIENDO

Hacer juegos en la sala  es una manera educativa para desarrollar la creatividad divirtiéndose al mismo tiempo. Algunos proyectos pueden comenzar en la sala y luego sacarlos al patio para terminar, otros pueden hacerse por completo en la sala y llevarse afuera sólo una vez que estén listos para jugar.

Cometas

 Crea una cometa sencilla. Usa sorbetes pegados entre sí para formar un marco en forma de diamante con barras de soporte atravesadas en el centro. Decora papel delgado con plumas y pinturas. Las cometas se originaron en China, así que busca imágenes y personajes chinos como inspiración educativa. Pega el papel al marco y recorta cualquier exceso alrededor del marco. Ata un pedazo de cuerda a la parte inferior de la barra de soporte y decórala con tiras de papel de colores.

Arte con tizas de colores

Crea plantillas dibujando siluetas de figuras y letras en hojas grandes de papel y recortándolas con cuidado usando cuchillos o tijeras. Usa las plantillas para dibujar imágenes o palabras en el patio de recreo usando tizas. Coordina el proyecto creando un árbol y pidiéndole a cada niño que diseñe su propia plantilla de hoja. Dibuja el contorno básico de un árbol grande y sus ramas en el patio con tizas. Coloca plantillas de hojas al lado de las ramas, asegúralas en su lugar con piedras y pasa tiza a lo largo de la plantilla.

Árboles de los deseos

Inspirarte y crea un árbol de los deseos en el patio. Escribe deseos en una hoja de papel y dibuja o pinta imágenes de estos deseos haciéndose realidad. Enrolla los papeles y asegúralos con listones de color. Pídele a los alumnos que aten los deseos enrollados al árbol usando listones de papel, mientras piensan en su deseo. Si no hay árboles, improvisa con barandas de metal.

Aviones de papel

Hacer aviones de papel ayuda a desarrollar la coordinación y la creatividad. Los proyectos con aviones pueden usarse para enseñar física básica. Aprende acerca de los colores de diferentes aviones de guerra para motivar el aprendizaje de la historia o pintarlos con las banderas o insignias de aerolíneas de diferentes países para proyectos de estudios modernos. Hay muchos sitios web que ofrecen descargas gratis de métodos sencillos para doblar aviones de papel. Después de que los aviones estén terminados, llévalos al patio de juegos, y déjalos volar.


jueves, 17 de octubre de 2013

Y EN EL RECREO... ¿A QUÉ JUGAMOS?...

El recreo es un tiempo libre muy necesario en la vida escolar. Tanto los alumnos, como los docentes, disfrutamos de un tiempo de descanso en el que poder socializar, compartir actividades de distensión y disfrutar de los demás... pero si ese tiempo libre no se encauza en actividades que generen placer y diversión corremos el riesgo de que el tiempo libre se torne peligroso.

Corridas por los pasillos, golpes insólitos, "el juego de la luchita", son escenarios muy comunes en las escuelas primarias.

¿Cómo lograr entonces, que nuestros alumnos utilicen el recreo para recrearse sin correr riesgos de accidentes y potenciando el compartir y el disfrutar?

Desde este blogg sugerimos la vuelta a la escuela de algunos juegos tradicionales sencillos de instrumentar y la adaptación de algunos juegos de moda, que pueden ser una alternativa de diversión para niños y niñas de todas las edades.

*Volvieron las bolitas!
Seguramente muchos de nosotros disfrutó recreos jugando a las bolitas. Es una competencia tradicional bastante segura y económica... bastaría por ejemplo con hacer llegar al aula algunas bolitas como premio al trabajo completado a tiempo, al esfuerzo de aquel al que mas le costó, o simplemente como demostración del afecto que tenemos a nuestros alumnos... Con las bolitas en su propiedad la organización del campeonato corre por cuenta de ellos y seguramente será ágil y entusiasta.
*A llegar al cielo! Vuelven las rayuelas: con un poco de solidaridad podemos pintar rayuelas en nuestros patios. La idea podría ser pedir donaciones de restos de pinturas que las familias o los mismos docentes posean en casa. Los alumnos de los grados superiores pueden pintarlas fácilmente acompañados por algunos docentes que los guíen y ayuden. Una excelente oportunidad para integrar a los profes de Plástica!
*El TA-TE-TI en el suelo: con la misma modalidad de las rayuelas en algunos sectores de la escuela se pueden pintar los cuadrantes para jugar al TA-TE-TI. Cualquier piedra o tapita será reutilizada para poder jugar una partida!
*El helástico y la soga... una oportunidad de que la seño nos muestre a qué jugaba: si bien son juegos tradicionalmente femeninos, niñas y niños gustan de practicarlos, no generan gran inversión y garantizan largas competencias de diversión en la que pueden participar alumnos de distintas edades.

Otras alternativas mas novedosas pueden fabricarse fácilmente.

El juego de bolos: con algunas botellas y una simple pelotita. Una vez armado el kit puede guardarse diariamente en algún espacio de la escuela que asegure su disponibilidad diaria.
El twister: una versión de este juego pintada en el suelo y la elaboración de las ruletas con material descartable. Las ruletas indican un color y una parte del cuerpo que el alumno debe posar sobre dicho color, articulando su cuerpo con el de sus compañeros que estarán intentando lograr el mismo objetivo. Garantiza largas horas de diversión asegurada y trabajo colaborativo. Al igual que los bolos, las ruletas deberán guardarse diariamente para asegurar su disponibilidad diaria.



MUCHO INGENIO + POCA INVERSIÓN = DIVERSIÓN GARANTIZADA

miércoles, 16 de octubre de 2013

“BULLYING”: ACOSO ESCOLAR. LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES. PROBLEMÁTICA REAL.

El maltrato entre compañeros, también conocido como “bullying”, es el acoso continuado a una persona por parte de otra, con el consentimiento explícito o implícito del resto del grupo, que conoce lo que sucede y actúa apoyando o ignorando el abuso y la victimización. Este es un problema que ha de ponerse al descubierto y rechazarse contundentemente. Hay que enseñar a los niños/as a reportar es un ejercicio de ciudadanía, y educación por la paz. El miedo de la víctima, la falta de recursos para evitar las vejaciones y amenazas y el temor a reportar la situación le acaban encerrando en una peligrosa soledad. Para atajar una relación de maltrato entre compañeros es importante que todo el mundo tome cartas en el asunto.
Digamos NO AL BULLYING!!!!

martes, 15 de octubre de 2013

PROHIBIDO DEJAR SIN RECREO!!!!!

Es una práctica habitual en algunas escuelas que a los niños se los deje sin recreo o con menos tiempo de recreo; por no portarse bien, por no haber terminado los deberes, o porque al docente no le ha dado tiempo de terminar las explicaciones de la clase.
El recreo es un componente esencial del desarrollo y la interacción social que los niños deben recibir en la escuela.
La importancia del recreo a través del siguiente vídeo!!!!!

lunes, 14 de octubre de 2013

DIEZ ESFERAS DE ACCIÓN PARA PONER FIN A LA VIOLENCIA EN LA ESCUELA

En esta sección se presentan diez esferas de acción con los ejemplos prácticos correspondientes, concebidos para los docentes a fin de que puedan afrontar y prevenir la violencia en las aulas y la escuela. En algunos casos, se trata de medidas básicas que los maestros pueden empezar a aplicar inmediatamente en las aulas, tales como la utilización de una disciplina constructiva y la eliminación del castigo corporal. Otras exigen niveles más elevados de participación del personal escolar y la comunidad, como por ejemplo, el establecimiento de mecanismos de seguridad escolar.
Estas diez esferas de acción para los docentes y los estudiantes no constituyen una panacea para prevenir la violencia en la escuela. Sirven para contribuir a crear una cultura escolar no violenta y deben adaptarse a cada medio escolar a través de un diálogo constante entre los profesores y los estudiantes, así como con los directores de escuela, los consejeros de orientación, los dirigentes comunitarios y las asociaciones de padres de familia. Un medio escolar positivo, no punitivo y no violento garantiza los derechos de todos, ya sean maestros o estudiantes.

1. Abogar por un enfoque holístico que involucre a los estudiantes, el personal de la escuela, los padres de familia y la comunidad
Hable con el director de la escuela, el consejero de orientación, los colegas, los estudiantes, los padres de familia y los dirigentes comunitarios para llegar a un entendimiento común acerca del problema de la violencia en su escuela. Los docentes por sí solos no pueden impedir la violencia en la escuela. La comunidad escolar en su conjunto debe reunirse para elaborar de común acuerdo un mensaje firme y claro, según el cual la violencia, el hostigamiento sexual, el acoso y la intolerancia son inaceptables en el medio escolar.
Cuando todo el mundo sea consciente de las diferentes maneras en que se produce la violencia, las personas a las que afecta y sus consecuencias, será mucho más fácil encontrar soluciones. Ayude a su escuela a preparar un plan de acción en colaboración con las personas mencionadas más arriba, así como con los profesionales de la atención de salud, las autoridades judiciales y policiales, las empresas y otros grupos comunitarios clave. Los planes de prevención de la violencia elaborados en estrecha consulta y cooperación con otros actores, tienen más probabilidades de obtener buenos resultados que los que son preparados por un grupo de profesionales que actúa solo.
Examine la forma en que su escuela puede reducir los factores de riesgo, por ejemplo, procurando que el entorno físico esté bien iluminado o transmitiendo a los estudiantes aptitudes para resolver los conflictos de modo no violento. Para lograr que la escuela sea segura, es fundamental limitar las ocasiones en que se propicia la violencia y dotar a los estudiantes de los medios para prevenirla.
Actividad en el aula: Pida a los estudiantes que hablen sobre la violencia escolar con sus compañeros, su profesor y el consejero de orientación.
¿Cuáles son las personas afectadas y cómo resultan afectadas? ¿A qué personas de la escuela y la comunidad podrían dirigirse para obtener ayuda? Haga una lista de las personas y los organismos que podrían ayudarles a prevenir la violencia escolar y examinar las maneras de ponerse en contacto con ellos.
2. Lograr que sus estudiantes se involucren con usted en la prevención de la violencia
Integre la educación relativa a los derechos humanos y la paz en el plan de estudios escolar. Instruya a los estudiantes sobre sus derechos humanos, así como acerca de los derechos de sus pares, profesores, familiares y miembros de la comunidad. Les puede informar sobre los derechos humanos y los derechos del niño utilizando historias, debates, actividades teatrales, juegos y asuntos de actualidad. Todos esos medios permiten que los estudiantes analicen y apliquen sus conocimientos sobre los derechos humanos a la realidad de su propia escuela y contexto comunitario.
Recurra a versiones fáciles de utilizar para los estudiantes de la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención sobre los Derechos del Niño disponibles en formato impreso y electrónico. En ambos documentos se enuncia el derecho de toda persona a la educación y el derecho a crecer y aprender en un entorno seguro. Analice esos documentos con sus estudiantes y trate de definir maneras de entender, proteger y respetar los derechos humanos de todos en el aula.
Involucre a los estudiantes en el establecimiento de reglas y responsabilidades en el aula. Pida a la clase que redacte un código de conducta con usted. ¿Qué medidas son correctas, qué medidas perjudicarían a otros o perturbarían la clase y qué medidas son fundamentales para que usted pueda enseñar y sus estudiantes puedan aprender en un entorno pacífico? Al redactar juntos un código de conducta, se aclaran los derechos y deberes de todos y se alienta la participación de los estudiantes.
Actividad en el aula: Pida a los estudiantes que analicen con usted y con sus compañeros lo que es violento y lo que no lo es. ¿Qué derechos concretos se ignoran en los actos de violencia? Proponga maneras de concientizar a los estudiantes sobre los derechos humanos en la escuela y de lograr que se respeten y valoren las diferencias, por ejemplo, mediante debates, viajes de estudio, juegos, actividades teatrales y relatos.
3. Utilizar técnicas y métodos de disciplina constructivos
Aplique reglas del aula que sean positivas, instructivas y breves: Cuando se elaboren las reglas del aula, en la lista no deberían incluirse más de cinco o seis reglas. La lista debe ser sencilla y concisa. Las reglas deben definirse de modo positivo y no negativo para indicar claramente a los estudiantes el comportamiento que deben observar, en lugar del comportamiento que han de evitar. Asegúrese de que esas reglas no sean incompatibles con las normas de toda la escuela. 
Motive positivamente a los estudiantes: Motive los comportamientos positivos mediante el contacto visual, el asentimiento con la cabeza o una sonrisa. También se pueden conceder puntos de crédito suplementarios o cinco minutos más de tiempo de juego al final del día. El hecho de mencionar delante de la clase los buenos resultados obtenidos puede ser particularmente gratificante para los estudiantes. Asimismo, puede designar al “grupo que mejor se ha portado” cada semana y mostrar su nombre en una zona visible del aula. Cuando se utilice ese tipo de reconocimiento, siempre deberá ser inmediato y limitado, aunque gratificante.
Aplique medidas disciplinarias que sean educativas y no punitivas: Asegúrese de que cuando sancione a un estudiante, las medidas se concentren en su mala conducta y sus consecuencias y no en el propio estudiante. En función del carácter de la mala conducta, se podrían utilizar algunos de los métodos disciplinarios siguientes:
  • reservar tiempo después de las clases o durante los recreos para examinar la mala conducta (por qué surgió y qué debería hacerse para corregirla);
  • pedir al estudiante que se disculpe;
  • cambiar la disposición de los asientos;
  • enviar notas a los padres o hacer visitas a los hogares;
  • analizar la gravedad de la situación y tomar la decisión de remitir al estudiante a la oficina del director de la escuela, en función de las circunstancias.
Actividad en el aula: Proponga a los estudiantes crear un club de estudiantes contra la violencia. Puede ayudarles a organizar actividades para promover una campaña por la paz y un recinto escolar seguro para todos.

4. Ser un factor activo y eficaz para poner fin al acoso
Trabaje en la elaboración de una definición común del acoso entre los profesores, los representantes de los estudiantes, el personal de la escuela y los miembros de la comunidad, para que la gente pueda hacer valer las mismas expectativas al respecto consecuentemente. 
El acoso adopta, entre otras, las siguientes formas: acoso físico: golpear, propinar patadas, empujar, asfixiar o dar puñetazos; acoso verbal: amenazar, burlarse, provocar o utilizar un lenguaje que incita al odio; exclusión social.
Aplique sistemáticamente sanciones en los casos de agresión verbal y física. Las sanciones eficaces presentan las siguientes características: son reducidas, de modo que se puedan utilizar constantemente; su gravedad aumenta si se repiten las agresiones; son previsibles e inmediatas; se basan en las mismas expectativas para todos los estudiantes.
Por lo general, las sanciones consisten en la privación del tiempo no dedicado a actividades estructuradas, como el recreo, el almuerzo con los pares o las actividades extraescolares.
Aliente a los consejeros escolares o al personal de la escuela a brindar orientación a los acosadores al tiempo que se aplican las sanciones.
Ayude a los estudiantes que son víctimas de los acosadores. Anímelos a hablar con los profesores y los consejeros escolares, colaborando simultáneamente con los padres de familia, los estudiantes y el personal para evitar que sean constantemente objeto de victimización.
Faculte y conciencie a quienes presencien los hechos para que los denuncien a los adultos, apoyen a las víctimas y desalienten el acoso. Con ese fin, se pueden organizar programas de mediación y resolución de conflictos entre pares que enseñen a los estudiantes a ayudarse entre sí, a informar acerca de los actos de acoso y a aprender estrategias para resolver conflictos.
Reconozca y valore la actuación de los estudiantes que se ayudan entre sí para poner fin al acoso. Es igualmente importante garantizar que quienes denuncian los hechos no sufran represalias.
Actividad en el aula: Aliente a los estudiantes a ayudar a los compañeros de clase a solucionar las disputas de forma pacífica. Dígales que hablen con usted y con un consejero de orientación si alguien los está acosando o está acosando a otro compañero.
5. Fomentar la capacidad de adaptación de los estudiantes y ayudarlos a afrontar los retos de la vida de modo constructivo
Fomente la capacidad de adaptación de los estudiantes y su aptitud para hacer frente a los problemas cotidianos, al estrés y a la adversidad con eficacia, ayudándoles a entablar relaciones positivas con los demás. Cuando se aumenta la capacidad de adaptación, se reducen las probabilidades de que un estudiante reaccione con violencia o sea víctima de ella. Los docentes que observan una conducta pro-social y constructiva, proporcionan orientación y ofrecen protección, aumentan la capacidad de adaptación de sus estudiantes, mostrando un modo positivo y alternativo de responder a los desafíos de la vida. Esos docentes sirven de modelo de comportamiento para establecer relaciones positivas y solidarias.
Involucre a su escuela en un programa de educación para la paz con el fin de desarrollar habilidades para la resolución de conflictos. Gracias a los programas de educación para la paz, los estudiantes pueden entender cómo se produce la violencia, desarrollar capacidades para reaccionar de modo constructivo ante ella e informarse sobre alternativas a la violencia.
Aliente a su escuela a crear un programa de orientación escolar. Los consejeros pueden ayudar a los estudiantes a hacer frente a las dificultades de la vida e intervenir de forma preventiva. Pueden prestar apoyo a los docentes, al personal de la escuela y a los estudiantes para prevenir y afrontar la violencia de las siguientes maneras: actuando como mediadores en situaciones que parezcan tornarse hacia la violencia; ayudando a encontrar una solución pacífica antes de que la situación degenere en una violencia física; colaborando con las víctimas y los autores de la violencia y prestando apoyo psicosocial; promoviendo programas dinámicos destinados a abordar problemas como el acoso, el uso indebido de drogas y las actividades de las bandas.
Participe en juegos de prevención de conflictos con sus estudiantes.
Pida a los estudiantes que escenifiquen una situación, por ejemplo, “¿qué ocurriría si tuvieras que enfrentarte con un acosador? ¿qué harías?”. 
Al crear situaciones que momentáneamente son reales, los estudiantes pueden practicar para hacer frente a situaciones estresantes, desconocidas o complejas. 
Organice igualmente juegos en los que los estudiantes asuman un nuevo papel, como el que podrían estar afrontando otros compañeros, para fomentar la empatía. Pida a los estudiantes que analicen cómo se sintieron y qué soluciones dieron buenos resultados.
Haga saber a sus estudiantes que los actos y palabras de carácter violento, por insignificantes que sean, no serán tolerados. 
La aplicación sistemática de medidas disciplinarias aplicadas a raíz de las infracciones cometidas en la escuela, transmiten a los estudiantes el claro mensaje de que los comportamientos abusivos y la falta de respeto de los derechos de una persona, son inaceptables. 
Actividad en el aula: Organice actividades teatrales en el aula en las que los estudiantes representen conflictos violentos. Pida a los estudiantes que estudien cada conflicto y las maneras de resolverlo de forma pacífica.
6. Ser un modelo de conducta positivo denunciando la violencia sexual y por razones de género
Sea consciente de los prejuicios de género, que fomentan la discriminación por razones de género. A veces los profesores tienen ideas distintas acerca de los niños y las niñas. Por ejemplo, algunos piensan que a los niños se les dan mejor las matemáticas o que estos son “inteligentes por naturaleza”, mientras que las niñas “son tranquilas y trabajadoras”. Ponga fin a los estereotipos y a las distintas expectativas que se tienen respecto de las niñas y mujeres y los niños y hombres. Fomente una mayor sensibilización acerca de los prejuicios de género en el aula y aliente a sus colegas a hacer lo mismo. Los niños varones son autores y víctimas de la violencia sexual en la escuela y, por tanto, los docentes no deberían concentrarse únicamente en la victimización de las niñas.
Asegúrese de que la interacción que mantiene con los niños es similar a la que mantiene con las niñas. Si la interacción entre el profesor y las niñas es menos frecuente y/o de menor calidad, la autoestima y confianza en sí mismas de éstas pueden disminuir, lo que a su vez aumenta las probabilidades de que sean objeto de victimización. Para alentar a las niñas a participar en el aula, se podría dividir la clase en grupos de debate, de modo que las niñas constituyan la mayoría de un grupo o grupos. Por lo general, las niñas se sienten más libres de expresarse cuando están rodeadas de otras personas de su sexo.
Aliente a su escuela a poner en marcha un programa de formación para los docentes, los estudiantes y la comunidad a fin de entender y detectar los casos de violencia sexual y por razones de género y tomar medidas al respecto. En la formación se debe concientizar acerca de los prejuicios de género que provocan la violencia por razones de género y se debe reconocer que existe un vínculo entre la violencia contra las niñas en la escuela y las reducidas tasas de asistencia y permanencia escolar de éstas.
Ayude a su escuela y su comunidad a reconocer la necesidad de proteger a las niñas y mujeres en el medio escolar. En las situaciones de conflicto y post-conflicto, las niñas y mujeres son especialmente vulnerables a la violencia relacionada con los conflictos.
Recomiende que el personal de la escuela reciba formación sobre la violencia sexual y por razones de género y que se fortalezca la representación de las mujeres en las estructuras de administración. Si se imparte formación al personal para que detecte y apoye a las víctimas de la violencia sexual y por razones de género, será más fácil prevenir la violencia. Cuando las mujeres ocupan puestos de dirección, se presta un mayor apoyo a las víctimas y se fomenta la denuncia de la violencia sexual.
Rompa el silencio. Denuncie la violencia y utilice adecuadamente los mecanismos de información. Anime a sus colegas y a los estudiantes a dar el nombre de los autores de la violencia, tanto dentro como fuera de la
escuela.
Actividad en el aula: Inste a los estudiantes a no insultarse y a no burlarse de los demás, especialmente en lo que respecta a las diferencias entre los sexos. ¡Cada persona es diferente, pero todos somos iguales!
7. Promover los mecanismos de seguridad escolar
Propicie e impulse una administración sólida y una dirección eficaz de la escuela. Es importante que ambas colaboren con los docentes y las autoridades encargadas de la educación para formular y aplicar políticas destinadas a eliminar los abusos de poder, a detectar las actividades violentas desde las primeras etapas y a cultivar la confianza de la comunidad en la escuela.
Ayude a su escuela a elaborar un código de conducta basado en los derechos en el que se reconozca el derecho de toda persona a aprender y enseñar en un medio escolar seguro, a denunciar los actos de violencia sin represalias y a participar en la toma de decisiones.
Promueva mecanismos de información fáciles de utilizar por los estudiantes que les alienten a denunciar la violencia. Los servicios de denuncia deberían prestar apoyo y ser receptivos y confidenciales.
Tómese en serio las denuncias de violencia presentadas por los estudiantes y tenga presente su bienestar. Para ello, hay que dar la debida importancia a lo que digan los estudiantes y no quitar trascendencia a la situación.
Actividad en el aula: Proponga que se organicen reuniones de diálogo con los docentes, los estudiantes, el director de la escuela y el consejero de orientación a fin de preparar un código de conducta escolar para todos.
8. Brindar espacios seguros y acogedores para los estudiantes
Lleve a cabo una labor de mapeo con los estudiantes para determinar qué lugares de la escuela son seguros, cuáles son peligrosos y cuándo corren más peligro los estudiantes. Además, el personal de la escuela debe estar alerta sobre los rincones oscuros, las zonas mal iluminadas, las cajas de escalera sin vigilancia y los baños, donde los estudiantes podrían ser víctimas de abuso sexual o agresión.
Señale la necesidad de disponer de baños privados y seguros para las niñas y mujeres. Un motivo simple, aunque importante, por el que las niñas no van a la escuela es la ausencia de retretes seguros y limpios y otros servicios que garanticen la intimidad.
Trabaje conjuntamente con otros empleados para garantizar que los patios de la escuela sean seguros gracias a la presencia de adultos que supervisen a los estudiantes. Estos necesitan lugares seguros para jugar entre las clases y después de la jornada escolar.
Actividad en el aula: Proponga iniciar una campaña a favor de un entorno escolar seguro localizando los lugares del recinto escolar que carecen de iluminación o son inseguros.
9. Adquirir aptitudes de prevención de la violencia y resolución de conflictos y transmitirlas a los estudiantes
Reciba formación en materia de resolución de conflictos por medios no violentos, enfoques de la organización escolar basados en los derechos humanos y educación para la paz. Solicite al director de su escuela o a las oficinas locales del Ministerio de Educación que le informen sobre las oportunidades de formación existentes. En el Anexo II también puede encontrar información acerca de materiales en los que se proponen medios prácticos de prevenir y resolver los conflictos en las escuelas.
Experimente técnicas de mediación de conflictos y enseñe a los estudiantes cómo utilizarlas para resolver sus propios conflictos.
Enseñe a los estudiantes aptitudes de negociación que les permitan:
a) definir su conflicto (“¿Acerca de qué estamos discutiendo? ¿Por qué y cómo surgió el problema?”);
b) intercambiar posiciones y propuestas (“Creo que debería ser de esta manera porque…”);
c) examinar la situación desde los dos puntos de vista (por ejemplo, mediante actividades teatrales o debatiendo);
d) elegir opciones en que ambos estudiantes puedan encontrar soluciones beneficiosas para todas las partes (“Hoy probaremos a tu manera y mañana a la mía, para ver cuál es mejor.”);
e) llegar a un acuerdo sensato.
Enseñe a los estudiantes a actuar como mediadores para resolver de modo constructivo los conflictos de sus compañeros de clase.
Elija un problema que podría surgir o haya surgido entre dos de sus estudiantes.
Haga que dos estudiantes escenifiquen el problema y pida a un tercero que ayude a sus compañeros a llegar a un acuerdo. Solicite al tercer estudiante que utilice sus conocimientos sobre sus compañeros y sobre el problema para proponer lo que a su juicio sería un buen arreglo.
Una vez que todos los estudiantes hayan adquirido las aptitudes de negociación y mediación, designe a dos estudiantes cada día, de preferencia un niño y una niña, para que actúen como mediadores o conciliadores oficiales.
Haga rotar las funciones de mediador oficial entre todos los estudiantes para asegurarse de que todos ellos conozcan bien las técnicas. Los mediadores oficiales sirven para mediar en todos los conflictos que no pueden ser resueltos por las partes interesadas.
Actividad en el aula: Enseñe a los estudiantes a contribuir a la mediación de conflictos entre sus compañeros de clase. Designe un conciliador de la clase cada semana para que todos puedan adquirir y poner en práctica las aptitudes de resolución de conflictos y negociación.
10. Reconocer la violencia y la discriminación contra los estudiantes discapacitados y los procedentes de comunidades indígenas o minoritarias y otras comunidades marginadas
Tal vez tenga que explicar a otros estudiantes los motivos por los cuales algunos niños se comportan de forma diferente, tienen problemas de aprendizaje o se ven limitados para practicar deportes u otras actividades físicas debido a sus discapacidades mentales, físicas o de aprendizaje.
Recalque que todos los miembros de la clase son diferentes de distintas maneras y eso es lo que los hace únicos. Se han de valorar las diferencias.
Toda persona tiene derecho a ser respetada por ser quien es. Puede ser necesario realizar una labor similar en las reuniones de padres de familia y profesores.
Trate de darse cuenta de los posibles prejuicios o supuestos que usted o sus estudiantes podrían difundir en el aula. Invite a sus estudiantes a reflexionar de modo crítico sobre los supuestos o estereotipos que podrían concebir y que son la causa fundamental del trato que dispensan a otros que son distintos de ellos. Elabore un modelo de la conducta que desea promover entre sus estudiantes.
Diga lo que piensa inmediatamente si los estudiantes hacen comentarios discriminatorios. Explique a los estudiantes que las palabras pueden herir. Esté atento a la violencia física que pueda ir unida a comentarios discriminatorios y racistas, por insignificante que pueda parecer.
Verifique el programa escolar y los libros de texto. ¿Tratan de desarrollar el entendimiento acerca de la existencia de las distintas culturas de la sociedad? ¿Ayudan a entender las diferencias y alientan a aprender a vivir juntos?
Absténgase de convertir a los estudiantes en portavoces de su grupo cultural o étnico, pues lo único que se conseguirá al “catalogarlos”, es aislarlos del resto de la población estudiantil. Si se les ayuda a integrarse en la clase, se aumentará la toma de conciencia acerca del valor positivo de la diversidad.
Actividad en el aula: Pida a los estudiantes que dispensen a sus compañeros de clase el mismo trato que les gustaría recibir de ellos, especialmente a los que podrían ser diferentes, proceder de culturas distintas o tener limitadas sus capacidades físicas o mentales. Recuerde: hay que valorar las diferencias y toda persona tiene derecho a ser diferente.


domingo, 13 de octubre de 2013

NIÑOS HIPERACTIVOS EN LOS RECREOS Y EN EL AULA

Desde siempre los docentes se han quejado de las conductas en clase y en los recreos de determinados niños, que mueven constantemente los dedos y manos, hacen ruidos, se cambian frecuentemente de posición en la silla, golpean a sus compañeros y compañeras y muestran dificultad para concentrarse en una tarea. Y han sido tildados de “alumnos traviesos” o "alumnos mala conducta".
Hoy se sabe que algunos de ellos han sido diagnosticados de hiperactividad o déficit atencional. Entre la sintomatología de estos chicos encontramos: comportamiento impulsivo, incapacidad para focalizar en lo esencial y facilidad para despistarse con estímulos irrelevantes o secundarios, excesiva agitación debida a la alta activación de base (arousal) de la que parten, extremada dificultad para permanecer quieto, tendencia a variar en poco tiempo de juego o tarea, impaciencia ante la espera o los turnos, imposibilidad para perseverar o finalizar las actividades que inicia, a menudo habla en demasía (verborrea), pierde material necesario para la actividad escolar (por ejemplo juguetes, lápices, libros, deberes) habitualmente por distracción, etc.
A la larga, todo esto no sólo repercute en su rendimiento escolar (hablan sin permiso, interrumpen al profesor) y aprendizaje (problemas para captar la información sensorial, organizarla, procesarla cognitivamente y expresarla), sino que también acaba influyendo negativamente en su autoestima, porque su nivel de activación suele interferir en las relaciones con los compañeros, quienes pueden rechazarlos o enfadarse, dado que continuamente les cogen sus cosas o reclaman su atención durante las clases; aun se cae en la situación que los mismos padres y/o madres de sus compañeritos demuestran rechazo hacia el niño(a) tratando de evitar que sus hijos se relaciones con ellos.
Actualmente, en las escuelas públicas en su mayoría no reciben apoyo psicológico de forma regular. Los padres muchas veces se preguntan cómo pueden contribuir en casa a facilitar el aprendizaje y la potenciación de la atención de sus hijos, al tiempo que juegan con ellos. 
Ese es el objetivo de este artículo: describir algunos juegos y dinámicas para que los docentes de la escuela, y los padres puedan ayudar a los niños hiperactivos en este sentido, de una manera lúdica y divertida.

  Ejercicios de control visomotor y atencional:

 “ATENCIÓN AL DETALLE”.
Consiste en observar figuras, detalles de dibujos, imágenes y fotografías. Se muestran al niño diferentes ilustraciones durante un corto período de tiempo, después ha de contar y pormenorizar los detalles que recuerde. Se le pregunta acerca de colores, disposición, tamaños, etc.
Puede hacerse con historias o descripciones de personajes. Es importante valorar si se distrae durante la lectura o la visualización de los dibujos, para repetir el ejercicio tantas veces como sea necesario.

“HAZ GRUPOS”. 
La idea es clasificar series de objetos diferentes: botones, cartas, figuras geométricas, pinturas de colores, prendas de vestir, etc. El niño ha de agrupar y clasificar los objetos presentados según sus características comunes: color, forma, etc.


“NO TE PIERDAS”. 

Debe recorrer el laberinto trazando una línea que avance desde un extremo a otro, procurando cada vez ir aumentando la dificultad de los caminos. Si es muy pequeño, puede hacerse el ejercicio con lana o cuerdas (en lugar de papel y lápiz) que se enreden por distintos objetos y habitaciones de la casa, y que conduzcan a una bolsa de dulces. Al abandonar la cuerda o distraerse, será penalizado con un caramelo de menos.

“SIGUE LA SECUENCIA”.
A partir de láminas con dibujos de símbolos, letras, números, formas abstractas o relojes que siguen una determinada lógica, hay que ordenar las figuras de acuerdo con la secuencia anterior.

Ejercicios de relajación o autocontrol de la impulsividad:

En el diseño de estas actividades hay que tener en cuenta que el niño hiperactivo no suele centrarse durante muchos minutos en una misma tarea, por lo que ésta ha de ser clara, breve y fácil de ejecutar si se quiere obtener buenos resultados. Están orientadas básicamente para incrementar la inhibición muscular, la relajación, el control corporal y la atención.

“COMO UN GLOBO”. 
Inspiramos muy lentamente, vamos dejando que entre el aire por nuestros pulmones y nuestro abdomen (respiración diafragmática). Éste último se va a ir convirtiendo en un globo que se va hinchando a un ritmo lento, después vamos a ir dejando escapar el aire y sintiendo como el globo se va desinflando poco a poco hasta quedar vacío.

“TORTUGA QUE SE ESCONDE” 
(Relajación muscular progresiva). Tumbados boca abajo, somos una tortuga que va a ir escondiendo su cabeza y replegando sus patas, hasta que sólo se vea el caparazón. El niño debe haber encogido y tensado los músculos de los brazos, piernas y cuello. A continuación sale el sol y el animal vuelve a asomar muy despacio su cabeza, al tiempo que va estirando las extremidades, dejándolas distendidas y relajadas.

“CARRERA DE CARACOLES”.
El adulto y el pequeño van a competir en una carrera, como si fueran caracoles. Pero como es una prueba muy especial, el ganador es el que llega el último, de manera que irán avanzando a cámara lenta, ejercitándose en movimientos sumamente lentos, y en el autocontrol de la impulsividad. Paradójicamente en esta ocasión aprenderá que la recompensa llega cuando uno es capaz de enlentecer sus movimientos y ser consciente de los músculos que hay que tensar en cada tramo.

“RETRANSMITIENDO LA JUGADA”.
Esta es una tarea basada en la técnica de las autoinstrucciones. Pretende modificar las verbalizaciones internas que se da cuando realiza cualquier actividad, y sustituirlas por mensajes más apropiados para lograr su éxito. El objetivo no es enseñar al niño qué ha de pensar, sino cómo ha de hacerlo,aprender un modo adecuado de resolver los fracasos, hacer frente a nuevas demandas y aumentar la resistencia a la demora de las recompensas.
Se le explica que va a ir retransmitiendo en voz alta lo que vaya haciendo, y que tiene que lanzarse mensajes positivos, como si fuera su propio entrenador personal, tales como:
“Bien, ¿qué es lo que tengo que hacer?
Tengo que ….
¡Despacio y con cuidado!
Vale, lo estoy haciendo bastante bien.
Recuerda: he de ir sin prisas
(Ante un error): ¡vaya no creí que …bueno no pasa nada!, sólo tengo que borrar. Aunque cometa un error puedo seguir haciéndolo lentamente y con atención.
¡Acabé, lo hice, muy bien!.”

RECREOS MAS DIVERTIDOS

REDCURSOS, comparte con todos sus seguidores, un conjunto de imágenes en donde se ven reflejados recreos  más divertidos en las escuelas.


viernes, 11 de octubre de 2013

HACE QUE TU RECREO EN LA ESCUELA VALGA LA PENA.....

REDCURSOS, te invita a disfrutar y aprender del siguiente vídeo. También es  un excelente  recurso para que los docentes comiencen a trabajar con sus alumnos.